Herpes Zoster

Herpes Zoster



El herpes zoster es una enfermedad viral aguda localizada causada por la reactivación de un virus latente de varicela-zoster. El herpes zoster afecta a personas de edad avanzada, generalmente mayores de 50 años, y es raro en bebés y niños. Se produce una mayor incidencia de herpes zoster en la enfermedad de Hodgkin, leucemias y otros tipos de cáncer, infección por VIH, después de la administración de corticosteroides y otros fármacos inmunosupresores y durante la radioterapia. Los dermatomas torácico, cervical, trigémino y lumbosacro son los más afectados. 

Clínicamente, la primera manifestación de la enfermedad suele ser sensibilidad y dolor en el dermatoma afectado. También pueden presentarse síntomas constitucionales, como fiebre, malestar general y dolor de cabeza. Después de 2 a 4 días, sigue la fase eruptiva, caracterizada por maculopápulas agrupadas sobre una base eritematosa, que rápidamente forman vesículas y en 2 a 3 días evolucionan a pústulas. Dentro de 5 a 10 días, las pústulas forman una costra y persisten durante 10 a 20 días. Nuevas lesiones siguen apareciendo durante varios días. Los ganglios linfáticos regionales suelen estar sensibles y agrandados. La localización unilateral de las lesiones es el cuadro clínico más característico del herpes zoster. Las manifestaciones orales pueden ocurrir cuando están involucradas las ramas segunda y tercera del nervio trigémino.

Con frecuencia, la afectación intraoral se asocia a lesiones cutáneas unilaterales en la cara. Las lesiones de la mucosa oral son casi idénticas a las lesiones cutáneas. Una sensación de prurito y dolor, que puede simular una pulpitis, precede a las lesiones orales. Estos comienzan como grupos unilaterales de vesículas, que en 2 a 3 días se abren, dejando úlceras rodeadas por una amplia zona eritematosa. Las úlceras sanan sin dejar cicatrices en 2 a 3 semanas. La neuralgia del trigémino posherpética es la complicación más común del herpes zoster oral. En raras ocasiones, puede ocurrir osteomielitis, necrosis del hueso de la mandíbula o pérdida de dientes en pacientes inmunocomprometidos.



El diagnóstico de herpes zóster bucal se basa en criterios clínicos.

El diagnóstico diferencial debe considerar la estomatitis herpética secundaria y el eritema multiforme.

Prueba de laboratorio. El examen citológico confirma células epiteliales modificadas viralmente.

El tratamiento es sintomático. Los analgésicos y los sedantes pueden ayudar a controlar el dolor. Las dosis bajas de corticosteroides (como 15 a 20 mg de prednisolona por día) durante un período breve durante la etapa inicial de la enfermedad pueden reducir la posibilidad de neuralgia posherpética. Los corticosteroides están contraindicados en pacientes inmunodeprimidos. El aciclovir y otros agentes antivirales pueden ser útiles en casos graves.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Úlcera traumática

Ránula

Quiste de Erupción