Sarcoma de Kaposi

Sarcoma de Kaposi



El sarcoma de Kaposi, o sarcoma hemorrágico idiopático múltiple, es una neoplasia maligna de origen multifocal. Probablemente se origina a partir de células mesenquimatosas primitivas, como las células endoteliales.

Se reconocen cuatro formas de la neoplasia.

1) El sarcoma de Kaposi clásico es más común en pacientes judíos y de ascendencia mediterránea, y afecta principalmente la piel y ocasionalmente la mucosa oral y tiene un curso indolente.

2) El sarcoma de Kaposi africano (endémico) es común en Uganda y otros países africanos, y afecta principalmente la piel y los ganglios linfáticos, pero rara vez la mucosa oral y, por lo general, tiene un curso indolente. 

3) El sarcoma de Kaposi se observa en pacientes con trasplante de riñón, así como en aquellos que han recibido medicamentos inmunosupresores para una variedad de enfermedades. El curso clínico de esta forma es indolente, pero a veces puede ser muy agresivo, involucrando las vísceras, pero rara vez la mucosa oral. 

4) El sarcoma de Kaposi relacionado con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) (epidémico), sin predilección racial y de alta incidencia entre los pacientes con SIDA, afecta principalmente la piel, los ganglios linfáticos, las vísceras y, con frecuencia, la mucosa bucal. Tiene un curso rápido y fatal. La forma clásica se localiza frecuentemente en la piel y rara vez en otras mucosas y órganos internos. Afecta con más frecuencia a hombres que a mujeres (proporción de 8:1) de 50 a 70 años de edad y progresa lentamente.

Clínicamente, las lesiones cutáneas se caracterizan por múltiples máculas, placas, nódulos y lesiones tumorales de color violáceo o azul oscuro. Los pies, las manos, la nariz y las orejas son los sitios más comunes de afectación.

La mucosa bucal se ve afectada ocasionalmente, generalmente después de la piel, pero, aunque raramente, la enfermedad puede comenzar desde la boca.



Clínicamente, las lesiones orales se presentan como placas o tumores elevados, múltiples o solitarios, de color rojo, pardo-rojizo, blandos o ulcerados. Se desarrollan con mayor frecuencia en el paladar y la encía, seguidos de la lengua, los labios y la mucosa bucal.

El diagnóstico diferencial incluye granuloma piógeno, granuloma periférico de células gigantes, hemangioma, hemangiopericitoma, hemangioendotelioma, nevos pigmentados y melanoma maligno.

Prueba de laboratorio. El examen histopatológico confirma el diagnóstico.

Tratamiento. Radioterapia, interferón-A y quimioterapia o escisión quirúrgica en pequeñas lesiones localizadas.

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